¿QUÉ SIGNIFICA LEER?
¿QUÉ SIGNIFICA LEER?
La lectura es una habilidad compleja que involucra diversos procesos cognitivos. Según Goodman (1967), leer es un "proceso de adivinación" que se basa en la anticipación y predicción del significado, a partir del contexto y las pistas del texto. El lector, entonces, no es un mero decodificador de símbolos, sino un constructor activo de sentido. De esta manera, la lectura se convierte en un proceso interactivo donde el lector utiliza sus conocimientos previos y sus expectativas para interpretar el texto.
Por otro lado, Solé (1992) define la lectura como un "proceso de interacción" entre el lector y el texto, en el que se pone en marcha una serie de estrategias cognitivas para interpretar y comprender lo que se lee. Solé también destaca que la lectura no es una actividad pasiva ni mecánica, sino que requiere una participación activa por parte del lector para reconstruir los significados implícitos y explícitos del texto.
Smith (2004), uno de los autores más influyentes en la teoría de la lectura, sostiene que leer es, en esencia, un acto de "identificación de significado". Según su enfoque, la capacidad de leer no radica únicamente en la habilidad de reconocer palabras, sino en cómo se procesa la información para generar una interpretación coherente y personal. Para Smith, los buenos lectores son aquellos que son capaces de anticipar el significado del texto basándose en su conocimiento del mundo y en su habilidad para hacer conjeturas sobre lo que está por venir.
Además, Isabel Solé (1997), autora de obras clásicas sobre la enseñanza de la lectura, describe este proceso como una "actividad cognitiva compleja", que implica mucho más que la mera decodificación de palabras. La lectura se convierte en una tarea significativa cuando el lector utiliza diversas estrategias, como el establecimiento de propósitos de lectura, la autorregulación de la comprensión y la elaboración de inferencias.
Otro autor relevante, Frank Smith (1978), agrega que el acto de leer implica una constante "comprobación de hipótesis", ya que los lectores están continuamente anticipando lo que sigue en el texto basándose en la información que ya tienen. Esto hace que la lectura sea un proceso altamente dinámico y flexible, en el cual los significados no son fijos, sino que se construyen en función del contexto y del lector.
Finalmente, Perfetti y Stafura (2014) introducen el concepto de teoría de la conexión léxica, que sostiene que la lectura implica el acceso rápido y eficiente a las representaciones léxicas (palabras y significados) en la memoria. Desde este enfoque, una lectura eficaz requiere no solo la habilidad de reconocer palabras, sino también la capacidad de integrarlas en un contexto más amplio para comprender el mensaje del autor. Perfetti también hace hincapié en la importancia de los procesos inferenciales durante la lectura, es decir, en la capacidad de los lectores para deducir información no explícita basándose en lo que ya han leído.
En resumen, la lectura es un proceso multidimensional que involucra tanto la decodificación de símbolos como la interpretación activa del significado. Es un acto de interacción entre el lector y el texto, en el cual se movilizan conocimientos previos, inferencias y estrategias cognitivas para obtener una comprensión profunda y significativa del contenido. Como afirma Isabel Solé, "leer es comprender, y la comprensión depende tanto del texto como del lector".
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